Cuando el rio suena piedras trae, dice el anciano refrán universal.
El rio Movska, que recorre la capital rusa, parece que ha hablado. El
reporte que a continuación reproducimos, tomado del diario español El Mundo en
el que el corresponsal del medio en Moscú, Xavi Colás, detalla la
fortuna amasada por el líder del viejo comunismo reencauchado en un
capitalismo socialista -donde el dinero es el carnet que reemplazó el
otrora papelito del partido comunista soviético- como lo es Vladimir
Putin, quien una vez fuera el temido jefe de la policía secreta KGB, y
hoy es de nuevo el presidente del país. Artilugios electorales de por
medio con el primer ministro Dimitri Medvedev para intercambiarse roles
en los cargos han permitido que Putin amase más y más fortunas.
Un mil millonario en euros y dólares, en valores de la bolsa, propiedades y bienes raíces, yates, carros, lanchas y aviones le permiten vivir como un rico disfrazado de un supuesto “esclavo” que él mismo define como uno de las ancianas galeras romanas. Los informes presentados en Moscú lo comparan con los reyes del Golfo Pérsico o los magnates capitalistas.
Aquí el reporte:
Un mil millonario en euros y dólares, en valores de la bolsa, propiedades y bienes raíces, yates, carros, lanchas y aviones le permiten vivir como un rico disfrazado de un supuesto “esclavo” que él mismo define como uno de las ancianas galeras romanas. Los informes presentados en Moscú lo comparan con los reyes del Golfo Pérsico o los magnates capitalistas.
Aquí el reporte:
EUROPA | Compara su trabajo con el de las galeras
Putin, el ‘esclavo’ más rico de Rusia
Xavi Colás | Moscú
El presidente ruso, Vladimir Putin, en más de una ocasión se ha comparado con un “esclavo de galeras, que trabaja desde el amanecer hasta caer la noche”. Aunque Putin sea pobre en tiempo libre, parece que tras 12 años en el poder acumula bienes públicos y artículos de lujo de su propiedad que darían para cubrir el presupuesto de varias ciudades durante años.
Así lo asegura la oposición, que ha hecho un informe sobre las posesiones del presidente ruso. Y “por la forma de vida que lleva, se puede comparar con la vida de los monarcas del Golfo Pérsico y magnates más controvertidos”. Son palabras de Boris Nemtsov, exprimer ministro, y Leonid Martynyuk, coautores del informe y que incluyen fotos de coches de lujo, barcos, relojes y palacios a costa del erario público. El informe lo han titulado con algo desorna : «La vida de un esclavo de galeras”.
Empezando por lo más pequeño, Putin tiene la colección de relojes que valen en total más de medio millón de euros, incluyendo un modelo 1815 de A. Lange & Söhne hecho con plata y platino, unas agujas de oro y una correa de piel de cocodrilo cosida a mano.
Los lujos del presidente
Para que pueda moverse, a disposición del presidente Putin hay también 15 helicópteros, 43 aviones y una mini-flota compuesta por cuatro yates. Los autores del informe han tirado de calculadora y han calculado que mantener uno de ellos cuesta lo mismo que pagar la pensión a 12.000 pensionistas rusos.
Los aficionados a la náutica dirán si merece la pena, pues el yate en cuestión, llamado ‘Cirius’, cuenta con seis camarotes VIP, una bodega, sauna y un inmenso comedor con vistas ababor y estribor. Todo el interior está ideado por el famoso diseñador Jean Guy Vergès.
El presidente ruso tiene también 20 residencias, entre ellas el palacio Constantino una joya zarista cerca del golfo de Finlandia cuya restauración costó decenas de millones de euros.
Aunque el Kremlin no ha hecho comentarios, el periódico ‘Kommersant’ cita a un portavoz que recuerda que tanto las residencias como los barcos o los aviones son bienes del Estado legítimamenteusados por el presidente.
Con las villas, los aviones, las horas y los automóviles la suma es inmensa. Según los datos oficiales del Kremlin citados en este informe, los ingresos de Putin este año han supuesto 91.000 euros, así que para pagar el coste de algunas cosas como los relojes los autores del informe explican con algo de ironía que Putin “debería estar seis años sin comer ni beber”.
Si los relojes y otros artículos son regalos, insisten, deben ser declarados o podrían considerarse como “soborno a un funcionario superior”.
Los autores del informe recuerdan que en Rusia 20 millones de personas apenas pueden llegar a fin de mes, y por eso consideran “la vida lujosa del presidente una actitud insolente y cínica”, pues para mantener el ritmo de vida de Putin han de gastarse recursos equivalentes a los que consume una ciudad como Nizhny Novgorod, de 3,3 millones de personas.
El analista político Yevgeny Minchenko opinaba ayer en el diario ‘Kommersant’ que el nuevo informe de Boris Nemtsov y sus compañeros no causará mucho daño a la imagen de Vladimir Putin: “En la conciencia común está asumido que el presidente vive bien, no se percibe como algo criminal. En Rusia no tenemos la tradición protestante de la modestia”.
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